"Si se introduce en la comunicación la mentira o la mala fe, habrá
manipulación…” Albert Jacquard
No
es sano manipular a nadie y menos a tus seres queridos.
Es
cierto que haciéndolo, consigues a corto plazo lo que quieres de ellos. Pero
quiero que tomes consciencia de lo que obtienes a través de estrategias poco
nobles, como la mentira, la culpa y la amenaza.
Muchas veces, escondes tu manipulación con el “quiero lo mejor para ti”. Usas el
“me criaron así” para no asumir las responsabilidades que te corresponden y te haces la víctima cuando dices “abandoné mi carrera por mis hijos” ¿Quien te obligó? TU LO ELEGISTE ¡ ¿Te parece justo pasarte el
resto de la vida, cobrandole esa “factura” a tus seres queridos, por aquello que tu mismo, has elegido por conveniencias "internas"? PIENSALO ...
La
manipulación, la mayoría de las veces, es un acto inconsciente, que se ha aprendido
durante la infancia ¿Crees que unos padres o abuelos, no quieren a
sus hijos y a sus nietos? Seguro que sí, pero muchos de ellos, ostentan
conductas manipuladoras, como medios para criar a sus pequeños y lograr que
hagan la voluntad de los adultos. Y estas conductas, no solo se “copian” de
generación a generación, sino que convierten al niño en un adulto, que hará uso
de esos “juegos con segundas intenciones” el resto de su vida.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPqHo03pxfIJAVuFkIHhR3TYAVc09Ap-3jIaZBs3KXLxzp867TG05qxcbQsfvV-P-uddahNS-MvzTbWCeqcu84VVpHnqiGiN4bZn6ZrFv1nQLTrjOZaBWkQ4MyGcfnBDMirmq39aN5v604/s1600/manipulacion2.jpg)
Con
frecuencia, ante una negativa a sus deseos, la gente manipuladora, decide enfermarse,
convertirse en víctimas, llorar con “lágrimas de cocodrilo”, amenazar con
hacerse daño o suicidarse, decidir abandonar al otro o abandonarse, en fin, no
hay límites, en la imaginación de quienes usan la manipulación como forma de control
del otro.
¡Qué
distinto sería el mundo si las personas abandonarán sus conductas
manipuladoras¡ ¿Qué pasaría si en nuestro corazón estuviera presente la
aceptación del otro, sin prejuicios ni reproches?
Detrás
de la manipulación, se esconde el miedo a quedarse solo y “perder” al otro.
Es la manifestación de un egoísmo extremo y de una necesidad de “controlar” a
los demás. Nada bueno, surgirá de estos comportamientos de inseguridad y carencia emocional,
pues cuando una de las partes se da cuenta de la manipulación y deja de “jugar”,
el otro buscará las maneras de mantenerse y aferrarse sin escrúpulos. Y esto conducirá
irremediablemente a una crisis en la relación.
Sentirse
descubierto en el juego manipulativo, será motivo para vengarse y desarrollar
un profundo resentimiento.
La
manipulación tiene consecuencias lamentables que pueden conducir al fin de un matrimonio, a la renuncia de
oportunidades, al abandono de los padres o de una pareja, al rechazo de un ofrecimiento laboral esperado
o simplemente, darle la espalda al éxito en una carrera, arte o profesión, por
sentir culpa de abandonar a alguien. Es creer que la felicidad de un ser querido, esta por encima de la propia felicidad. Es sentir que el único camino es la renuncia de lo que queremos, para evitarle un dolor o sufrimiento al otro. Y esta es una situación de egoismo extremo...
Si
quieres a tu familia - como dices hacerlo - OBSÉRVATE la próxima vez que tu pareja o
alguno de tus hijos te “lleven la contraria”. Será un buen momento para darte cuenta,
de tus conductas manipuladoras, pues, es en esos momentos, donde hacen su explosiva aparición.
Y
mantente alerta, para reconocer si tu reacción es guiada por
sentimientos nobles o si por el contrario, tu necesidad de tener la razón o
mantener el control de la situación o de la persona, es lo que define tu reacción.
Si
sientes que como padre o docente no tienes las herramientas suficientes para
superar tus conductas manipuladoras, pues te invito a buscar ayuda psicológica
y emocional. El que busca, encuentra…
Una
manera de superar estos comportamientos poco sanos, es mantenerte alerta y OBSERVARTE, cuando una de tus conductas
manipuladoras, se ha puesto en acción. Haz un alto en lo que estés
haciendo diciéndote conscientemente, una frase como esta: “Yo soy, pienso, hablo y actúo de manera amorosa y mis pensamientos
están anclados en la paz, la armonía y la buena voluntad para todos. Enfoco mi
atención en lo que es bello y noble.”
Y al decir cada palabra lentamente y con “consciencia”, cada vez que detengas un comportamiento
manipulador, estarás colocando una barrera a tu conducta poco sana de querer controlar a los demás. Y con tu
voluntad en marcha, podrás superar este hábito insano, completamente.
¿Quieres
mejorar al mundo? Pues comienza por ti… y este es un buen comienzo.