Ante esta afirmación
estoy segura que dirás “eso ya lo sé” Pero ¿Cómo actúas?
Muchos padres y
madres creen tener el derecho de decidir el destino de sus hijos: qué estudiarán, con quienes tendrán amistad
y con quienes no, a dónde irán, que dirán, que opinarán… Y se las ingenian
(los padres) para que los niños y adolescentes digan y hagan lo que
ellos desean.
Hay muchas maneras
sutiles y manipuladoras de hacer esto. Desde usar la victimización y la culpa
para inspirar debilidad y lograr que los hijos hagan lo que se les pide (por
el bien de su mamá, su papá o el de ellos mismos), hasta la imposición por
autoritarismo sin mediar argumento alguno: harás
lo que yo digo!.
Con toda razón
dirás que no tienen el criterio para gobernar su propia vida y tienes que tomar
decisiones (por ellos)… y es verdad. Sin embargo no conviene confundir nuestra responsabilidad
de criar a nuestros hijos en un contexto de normas, límites, pautas de disciplina,
ética y valores, con el deseo egoísta que algunos padres ostentan, de gobernar
la vida de sus hijos, inclusive en la edad adulta.
Es necesario que
los padres aprendan que enseñar a sus hijos a tomar decisiones, conversarlas y
negociarlas, evaluando sus beneficios y desaciertos, forma parte de esa
experiencia de vida que necesitan vivir para crecer. No es ahorrándoles
experiencias negativas que nuestros hijos se hacen aptos para manejar su propia
vida.
No se trata de dejar hacer lo que quiera. Se trata de compartir
con ellos una vida con el ejemplo. Serán honestos si nosotros lo somos. Serán
independientes si nosotros nos comportamos con independencia. Serán amorosos y
solidarios si ellos viven ese amor y solidaridad en su propia familia.
No pierdas el
tiempo con discursos estériles y aburridos sobre la moralidad. Se tu auténtico
y ellos lo serán.
Una madre
preocupada me comentó que estaba segura
de haber perdido su tiempo al criar a sus hijos porque ellos eran todo lo
opuesto a lo que se les había enseñado. Y esta impresión la tenemos muchos
padres en el proceso de crianza. Sin embargo, con el tiempo los hijos terminan
reproduciendo los hábitos, costumbres, maneras de resolver las situaciones que
vivieron en su casa. Así de poderoso es el poder de los padres sobre sus hijos.
Simplemente cada ser es diferente y su proceso de aprendizaje, también.
Insisto a los
padres, que se preparen y se conviertan cada día en mejores personas. Desearlo
no es lograrlo. Hay que instruirse, leer y aprenderlo. No haya un camino, no
hay recetas, no son herramientas y técnicas, son procesos que hay vivir con un
honestidad profunda de cambiar y adquirir mayor consciencia.
No nos preparamos
para ser padres y lograr con éxito, algo tan complejo (no necesariamente difícil)
como educar a nuestros hijos. NO hay UNA manera CORRECTA de hacerlo- Tenemos
que crear nuestra propia manera de hacerlo.
Las ESCUELAS DE FAMILIA,
son un medio para crear comunidades de conocimientos y experiencias para los
padres. Resulta un apostolado lograr que los actores de este proceso (LOS PADRES)
y las instituciones educativa, construyan juntos un espacio seguro donde nutrirse de las mejores prácticas y las lecciones aprendidas en el arte de criar
a los hijos y contribuir con la formación de ese ciudadano socialmente
responsable que requiere este planeta.
La excusa
preferida es que hay mucho por hacer y ¿Por dónde empezar? Hay iniciativas que
no se desarrollan por el simple hecho de que los padres no asisten. ¿Y cuándo es
el momento ideal para hacerlo? HOY
Dejo en tus manos
esta reflexión. A los padres les digo que comiencen por la educación de ellos
mismos. A los docentes e instituciones educativas, exhortarlos generosamente, a
aportar su granito de arena desde los espacios escolares en pro de la familia.
No se trata de llenar recintos de manera masiva con unos padres conscientes. Se
trata de construir una mejor sociedad y hay que empezar ahora.
Hasta una próxima
vez…
Por Magdalena
Calvo de Sosnowsky – Master en Familia y cursando actualmente un doctorado en
Ciencias de la Educación.
Mi Niño Genio, les ofrece Programas
Educativos, adaptables a cada colegio.
Pueden
contactarnos a través de nuestro blog www.mininogenio.blogspot.com,
nuestro mail: magdalena.sosnowsky@gmail.com
y nuestros teléfonos en Caracas – Venezuela: 0212 9773627 y 0412 9951687.
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