EN UNA GRAN FAMILIA:
La COMUNICACION es segura y sincera. EL error, se convierte en RETO. Una enfermedad se convierte en una oportunidad de crecer.

Las diferencias y los descuerdos enriquecen a cada uno. Hay RESPETO por las ideas y el talento del otro. El RECONOCIMIENTO es parte de la dinámica familiar. Los VALORES son la brújula de acciones nobles.

Hay un Proyecto de Vida que es compartido. Cada uno se realiza con libertad en sus SUEÑOS. TODOS ES POSIBLE pues no hay límites para la mente, la creatividad y el pensamiento extraordinario

5/10/2017

¿Qué hacer con los niños en situación de crisis, desajuste y represión?

Cuando en una sociedad, una institución educativa es sometida a acciones que producen daño físico o psicológico, sea este corporal, mental o emocional, los adultos tenemos que prepararnos para proteger a los niños, quienes ante tales ilegalidades e injusticias, se encuentran totalmente indefensos.

Directores y autoridades escolares así como padres, representantes, docentes y todo aquel que hace vida en la comunidad educativatiene la responsabilidad de proteger a los hijos y a los alumnos, de las maneras posibles a su alcance y su conocimiento.

Ante cualquier situación alarmante que amenace la integridad física o mental es necesario mantener la calmaPadres y docentes gritando aterrados ante estas situaciones y sin control alguno sobre sus acciones, marcan e imponen a los niños vivencias de ansiedad, angustia y zozobra, que pueden generar traumas y desajustes psicológicos.

Muchos padres y docentes me comentan que ellos prefieren tranquilizar a los niños aislándonos de la situación y ocultándoles en lo posible cualquier situación indeseada o diciéndoles que no está pasando nada y todo está bien.

Todo padre tiene el derecho de asumir esta postura, pero es importante no perder de vista que el estado emocional de un padre o docente angustiado, es algo imposible de ocultar y todos sabemos que nuestros niños son perceptivos y cuando no se les da una explicación – a su medida – pueden asumir interpretaciones erróneas sobre la vida, las personas, las cosas y las situaciones, que afectarán el resto de su historia.

Cuando un niño nos hace preguntas, NO hay que engañarlo. Hay que explicarle con sinceridad la situación en la medida de su comprensión, dándole la seguridad de que no están solos, y que los adultos están allí para protegerlos. Los padres y docentes NO pueden olvidarse de transmitirle al niño esa protección a la que tienen derecho y de la cual son responsables.

Calmarlo con afecto, abrazarlo para darle seguridad, protegerlos con palabras de firmeza y confianza, prepararlos para la contingencia, enseñarlos a estar tranquilos y a colaborar con su propia protección, en fin, hay infinidades de acciones e iniciativas que se pueden y deben asumir, de manera organizada, ante momentos de retos, crisis, desajuste e inclusive situaciones que atentan contra los derechos humanos.  

¿Están los padres y docentes preparados para esto? Probablemente NO pero esto no los exime de hacerlo.

La familia, ante enfermedades graves de un niño u otro ser querido – este es un ejemplo -, por lo general se derrumba y no cuenta con los recursos internos (emocionales y mentales) para afrontar con valentía, coherencia y positivamente, tal situación.

En una ocasión una madre, furiosa, me gritó cómo podría ella mantener la calma y ser positiva ante semejante tragedia (lo que menos importa es saber cuál era su situación, pues para ella complicada o no, significaba una tragedia y esto es lo importante a saber).

Yo creo que ante la vida, la actitud lo es todo. Mantener una actitud negativa ante las personas, cosas, situaciones, eventos y procesos, pretendiendo resolverlas por la vía de la negatividad, la violencia y la agresión, difícilmente (por no decir imposible), atraerán las mejores soluciones.

Podemos lograr a la fuerza lo que queremos, la hostilidad puede amedrentar y permitir el logro momentáneo de un objetivo, el llamado al odio puede dañar al otro. Pero, ¿Cuánto tiempo se puede mantener una situación tóxica, una agresión continuada, una manipulación solapada…,  sin que genere daños irreparables?  

Yo me inclino a pensar y creer, que todos los padres y docentes quieren lo mejor para sus hijos y alumnos. Que el ser humano que me rodea es una persona de buena voluntad. Quizás requiere para tiempos difíciles, nuevos y mejores conocimientos, información así como aprender y tener la disposición de cambiar su manera de ser, para poder conquistar aquello que lo aleja de la justicia, el bienestar y la felicidad.

NO SOMOS VICTIMAS, somos seres creadores de nuestra propia realidad. Nuestras creencias conscientes e inconscientes nos han conducido a este lugar donde nos encontramos. La crianza y la educación que hemos recibido han escrito nuestro destino pero eso no significa que no sea posible y esté en nuestras manos, cambiar a cualquier edad y en cualquier momento.

Se requiere de una decisión que después de tomada, TIENE que convertirse en acciones deliberadas, disciplinadas y diarias para lograr la deseada transformación.

Los pensamientos, las emociones, los sentimientos, las actitudes y el comportamiento negativo como el miedo, la necesidad de establecer conflictos, el pesimismo, la inseguridad, la falta de merecimiento…, cuando se convierten en hábito se hacen también adicciones.

Una persona que vive en una constante lucha por la vida, el día que se acaban esos problemas, buscará razones y se creará estrategias, justificaciones y excusas para seguir viviendo su estado habitual de lucha. Es un patrón de comportamiento inconsciente que se puede romper.  

¿Qué HACER?

En caso de injusticias, situaciones de represión y violencia, es imperativo que las personas se remitan a la lista de los Derechos Humanos para tomar consciencia de su presente situación.

Quien les escribe, lo hace desde la mirada de una madre y docente que ha buscado toda la vida desde que soy madre, formarme para darle una mejor educación y ejemplo a mis hijos. Y por eso los invito a no quedarse solo con esta información.

En sus colegios así como en sus comunidades, probablemente disponen de psicólogos y médicos que pueden darle una visión complementaria así como recursos para afrontar las situaciones de crisis y desajuste. Les recomiendo organizar reuniones, jornadas de reflexión y sensibilización, charlas y encuentros de apoyo para fortalecerse y estar acompañados en la solución de los problemas.

Para finalizar, solo puedo decirles que las crisis son una oportunidad valiosa para la evolución de los seres humanos y las sociedades. Está llena de oportunidades y potenciales maravillosos para reflexionar, conocer, aprender, rectificar, construir y principalmente convertirnos en mejores personas y una mejor sociedad.

Afrontarlo con valentía, nobleza y perdón nos permitirá un futuro notable. Y el principal mensaje de este escrito para cada uno que lo está leyendo, es  JAMAS RENDIRSE y proteger a nuestros niños.

Ing. Magdalena Calvo de Sosnowsky
Fundadora de la Marca Mi NIño Genio - Candidata a Doctor en Ciencias de la Educación
Msc. Orientación Familiar - Mail: magdalena.sosnowsky@gmail.com - @mcdesosnowsky - @mininogenio - miniogenio.blogspot.com - www.eluniversal.com/blogs   

4/04/2016

Aprende y enséñales a soñar

Quiero pedirte que le enseñes a tus hijos a SOÑAR, más que a querer cosas.

¿POR QUÉ?

Cuando dices QUIERO, tu cerebro se conecta con la carencia: Lo quieres porque no lo tienes y además, está presente la interpretación de que lo que quieres, está en el futuro y NO en el presente AHORA.

Nuestro cerebro es como una computadora y es una parte de nosotros mismos que necesitamos conocer. En su funcionamiento está la clave de cómo aprendemos, cómo memorizamos, cómo cambiamos, por qué tenemos comportamientos automáticos y repetitivos (que son nuestros hábitos), que cuando son positivos nos elevan a la cumbre de las realizaciones, pero cuando son negativos, bloquean y dificultan todo progreso.

Muchos hemos hecho listas interminables de aquello que queremos. Estas listas las transformamos en afirmaciones que repetimos todo el día, por semanas y meses, sin saber, que lo que realmente estás logrando es reforzar la carencia en tu vida.  

Es importante saber, creer y tomar consciencia, que somos seres creadores de nuestra realidad. Nada que no haya pasado por la mente, ocurre en nuestras vidas. Lo que vives, observas y experimentas a diario, proviene de tus pensamientos. Y con tus pensamientos creas la realidad: SOMOS LO QUE PENSAMOS.

¿Qué significa SOÑAR?

Es convertirse en aquello que anhelas como si fuera una realidad. Es creer, sentir y experimentar las emociones, las actitudes y el comportamiento ante lo que quieres, como si YA lo lograste. Es actuar como si ya es realidad.

Nuestro cerebro entiende el lenguaje de las IMÁGENES. Las palabras le significan poco.

Cuando una persona se imagina a si misma llena de vitalidad, contenta, en posesión de aquello que aspira, está creando un campo energético que actúa como un imán y atrae aquello que sueña.

¿Por qué en ocasiones las personas que visualizan, no logran lo que quieren?

Esto se debe a la sumatoria de imágenes que tienen en su mente.
Así, una persona medita diariamente durante media hora y se imagina que ya logró su meta. Luego pasa el resto del día sintiéndose pesimista, quejándose y lleno de dudas e incertidumbres, culpando al gobierno y a las circunstancias de su desgracia y hundiéndose en los pensamientos negativos ¿Qué sucede? La hora de visualización positiva, es totalmente CANCELADA por todas esas imágenes negativas que la persona se permite tener, durante el resto del día.

Si meditas, visualizas y te conviertes diariamente (en tu mente), en aquello en lo que te quieres convertir, NECESITAS pasar el resto del día en esa misma frecuencia creativa. Se trata de FE. Tienes que ver y asumir como cierto lo que todavía no ha ocurrido pero que ya existe como un potencial de realidad presente en tu vida. Y la Fe te da esa certeza de que lo que anhelas y sueñas, ya es un hecho que esperas cada día con la seguridad de que va a llegar. No le pongas fecha y solo espéralo con convicción.

Los padres viven matando los sueños de sus hijos. Los desaniman subestimando sus talentos. Y declarándoles lo que pueden o no lograr. Les robamos sus sueños grandiosos de escalar las alturas, enseñándoles que el mundo es un lugar inseguro. Y ESTO NO ES VERDAD, a menos que lo creas…

En los primeros seis años de vida, los padres y el entorno, instalamos en nuestros niños programaciones, creencias y comportamientos que definirán su destino de adultos. Ellos nos copian… Lo que le decimos y les modelamos, son leyes que los pequeños asumen como ciertas. Sus mentes a esa edad (0 a 6 años) funcionan en una frecuencia de ondas denominadas theta y delta, que son las frecuencias de la hipnosis y esto significa que el niño es como una cámara de video que va grabando – sin interpretación – todo lo que vive. Si un niño se desarrolla en un ambiente de violencia, de temores y angustias, con toda seguridad se convertirá en un adulto angustiado, desconfiado, triste que tendrá una autoestima muy baja que dificultará el desarrollo armónico de sus mejores talentos.

Por eso es tan importante que los padres se revisen y se observen cuando dicen lo que le dicen a sus hijos. Frases como: él no se concentra, es un niño enfermo, es un niño problema, no le gustan las matemáticas, no nació para estudiar, es desordenado, es disperso… (te invito a completar esta lista con tus propias palabras) son mensajes que se convertirán en su mente subconsciente, en mandatos, comportamientos, actitudes, creencias y emociones que lo acompañarán toda su vida (afortunadamente hoy en día hay terapias para cambiar esto).

Enseñarles a soñar, a imaginarse sanos cuando tienen una gripe, alimentarles su deseo de convertirse en personas extraordinarias, es lo mejor que los padres pueden hacer por sus hijos. Toda vez que asumes que TU ERES el creador de tu propia realidad, sabes que cuando un resultado es negativo, tienes la oportunidad de aprovechar el error para corregirlo y cambiar el resultado.

Necesitamos creer en nuestro poder creativo. Es crucial enseñarles a nuestros niños esta posibilidad cierta que está dentro de ellos, para que el futuro de una sociedad más humana, cálida y noble, sea posible.

Hasta una próxima vez…   

Por Magdalena Calvo de Sosnowsky – Master en Familia y cursando actualmente un doctorado en Ciencias de la Educación. Fundadora de Mi Niño Genio, les ofrecemos Programas Educativos, adaptables a cada colegio y dirigidos a los estudiantes, los docentes y los padres.
Pueden contactarnos a través de nuestro blog www.mininogenio.blogspot.com, nuestro mail: magdalena.sosnowsky@gmail.com y nuestros teléfonos en Caracas – Venezuela: 0212 9773627 y 0412 9951687.






2/22/2016

Tus hijos: NO son una propiedad

Ante esta afirmación estoy segura que dirás “eso ya lo sé” Pero ¿Cómo actúas?

Muchos padres y madres creen tener el derecho de decidir el destino de sus hijos: qué estudiarán, con quienes tendrán amistad y con quienes no, a dónde irán, que dirán, que opinarán… Y se las ingenian (los padres) para que los niños y adolescentes digan y hagan lo que ellos desean.

Hay muchas maneras sutiles y manipuladoras de hacer esto. Desde usar la victimización y la culpa para inspirar debilidad y lograr que los hijos hagan lo  que se les pide (por el bien de su mamá, su papá o el de ellos mismos), hasta la imposición por autoritarismo sin mediar argumento alguno: harás lo que yo digo!.

Con toda razón dirás que no tienen el criterio para gobernar su propia vida y tienes que tomar decisiones (por ellos)… y es verdad. Sin embargo no conviene confundir nuestra responsabilidad de criar a nuestros hijos en un contexto de normas, límites, pautas de disciplina, ética y valores, con el deseo egoísta que algunos padres ostentan, de gobernar la vida de sus hijos, inclusive en la edad adulta.   

Es necesario que los padres aprendan que enseñar a sus hijos a tomar decisiones, conversarlas y negociarlas, evaluando sus beneficios y desaciertos, forma parte de esa experiencia de vida que necesitan vivir para crecer. No es ahorrándoles experiencias negativas que nuestros hijos se hacen aptos para manejar su propia vida.

No se trata de dejar hacer lo que quiera. Se trata de compartir con ellos una vida con el ejemplo. Serán honestos si nosotros lo somos. Serán independientes si nosotros nos comportamos con independencia. Serán amorosos y solidarios si ellos viven ese amor y solidaridad en su propia familia.

No pierdas el tiempo con discursos estériles y aburridos sobre la moralidad. Se tu auténtico y ellos lo serán.

Una madre preocupada me comentó que estaba segura de haber perdido su tiempo al criar a sus hijos porque ellos eran todo lo opuesto a lo que se les había enseñado. Y esta impresión la tenemos muchos padres en el proceso de crianza. Sin embargo, con el tiempo los hijos terminan reproduciendo los hábitos, costumbres, maneras de resolver las situaciones que vivieron en su casa. Así de poderoso es el poder de los padres sobre sus hijos. Simplemente cada ser es diferente y su proceso de aprendizaje, también.

Insisto a los padres, que se preparen y se conviertan cada día en mejores personas. Desearlo no es lograrlo. Hay que instruirse, leer y aprenderlo. No haya un camino, no hay recetas, no son herramientas y técnicas, son procesos que hay vivir con un honestidad profunda de cambiar y adquirir mayor consciencia.

No nos preparamos para ser padres y lograr con éxito, algo tan complejo (no necesariamente difícil) como educar a nuestros hijos. NO hay UNA manera CORRECTA de hacerlo- Tenemos que crear nuestra propia manera de hacerlo.

Las ESCUELAS DE FAMILIA, son un medio para crear comunidades de conocimientos y experiencias para los padres. Resulta un apostolado lograr que los actores de este proceso (LOS PADRES) y las instituciones educativa, construyan juntos un espacio seguro donde nutrirse de las mejores prácticas y las lecciones aprendidas en el arte de criar a los hijos y contribuir con la formación de ese ciudadano socialmente responsable que requiere este planeta.

La excusa preferida es que hay mucho por hacer y ¿Por dónde empezar? Hay iniciativas que no se desarrollan por el simple hecho de que los padres no asisten. ¿Y cuándo es el momento ideal para hacerlo?    HOY

Dejo en tus manos esta reflexión. A los padres les digo que comiencen por la educación de ellos mismos. A los docentes e instituciones educativas, exhortarlos generosamente, a aportar su granito de arena desde los espacios escolares en pro de la familia. No se trata de llenar recintos de manera masiva con unos padres conscientes. Se trata de construir una mejor sociedad y hay que empezar ahora.

Hasta una próxima vez…   

Por Magdalena Calvo de Sosnowsky – Master en Familia y cursando actualmente un doctorado en Ciencias de la Educación.

Mi Niño Genio, les ofrece Programas Educativos, adaptables a cada colegio.

Pueden contactarnos a través de nuestro blog www.mininogenio.blogspot.com, nuestro mail: magdalena.sosnowsky@gmail.com y nuestros teléfonos en Caracas – Venezuela: 0212 9773627 y 0412 9951687.