EN UNA GRAN FAMILIA:
La COMUNICACION es segura y sincera. EL error, se convierte en RETO. Una enfermedad se convierte en una oportunidad de crecer.

Las diferencias y los descuerdos enriquecen a cada uno. Hay RESPETO por las ideas y el talento del otro. El RECONOCIMIENTO es parte de la dinámica familiar. Los VALORES son la brújula de acciones nobles.

Hay un Proyecto de Vida que es compartido. Cada uno se realiza con libertad en sus SUEÑOS. TODOS ES POSIBLE pues no hay límites para la mente, la creatividad y el pensamiento extraordinario

8/20/2012

Cada Mamá y Papá tiene su estilo ¿Cual es el tuyo?

“Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo” Gandhi
¿Cómo fuiste educado?  
           Alguno de tus padres, fué autoritario y tirano? Entonces en tu casa, las reglas impuestas eran estrictas y rígidas, con escasas posibilidades de negociar y EL o ELLA, ostentaba todo el poder (o abuso de poder).
           Quizás tu educación fue “Light”: Bastante flexibilidad y libre de “reglas”, donde tus padres renunciaron a la autoridad o tal vez no tenían conciencia de que la tenían.
           Es posible que hayas sido educado con una mezcla y puedas decir hoy, que tu educación fue bastante equilibrada. Tuviste una familia donde el consenso estuvo presente.  
De lo que se trata, es de conocer sobre los estilos educativos o estilos de liderazgo, que tienen los padres. Pues la manera de educar que tendrán, reflejará el uso del poder y el control, que tendrán sobre sus hijos. Influirá en los valores que les enseñarán. Y determinarán la calidad de las experiencias familiares: desde el abuso de poder hasta la abdicación total. En cada estilo se manifiesta, la autoestima de los padres y la manera como se ccomunicarán con sus hijos.

           El amor
           Un elemento importante a considerar, es la expresión del amor en cada estilo, porque los hace más saludables. Un estilo autocrático con afecto, será menos dañino y un estilo permisivo sin amor, puede transformarse en negligencia y abandono.

           Reflexión
           Te invito a reflexionar sobre la manera como fuiste educado y cual es la relación actual con tu papá y tu mamá. Y mientras lees, remítete a la relación actual con todos tus hijos, no importa su edad.

           A veces parecemos “péndulos”. Si nos desagrada la experiencia con nuestros padres, “juramos jamás ser como ellos” y nos pasamos al otro extremo. Allí no está la solución.
           Comprender nuestro estilo educativo y el de nuestros padres, nos invita al cambio interior. Necesitamos perdonar y superar el pasado. Necesitamos aprender de la experiencia y asumir el compromiso de convertirnos en padres concientes de nuestro rol y responsabilidad, por la educación y bienestar de nuestros hijos y la familia.

         Una verdad muy simple: Nuestros padres, nos dieron lo mejor, e hicieron por nosotros, lo mejor. Todavía no conozco padres y madres, cuyo objetivo sea herir y hacer mal a sus hijos (de forma deliberada), aunque conozco a muchos que por ignorancia les han hecho mucho daño.
           Cuando llegamos a la edad adulta, estamos “marcados” por los estilos de nuestros padres. Y acostumbro recordarles, tanto a hijos como a padres, que tenemos en nuestro interior, un enorme potencial de cambio y la decisión es totalmente nuestra.
           Puedes quedarte “culpando” a tus padres por tus fracasos y debilidades, esa es una opción. Yo estoy segura que por ese camino es muy difícil progresar y ser feliz.
           Si por el contrario, le agradecemos a la vida las experiencias vividas con esos padres, recordando que las desgracias y adversidades, pueden convertirse en la oportunidad de grandes transformaciones personales, seguro que avanzarás por la vida, libre de rencores, resentimientos, con una visión positiva, comprensiva y más completa de ti mismo, de los demás y de la vida. Y ganarás en voluntad, autoestima y generosidad. ¿Nos corresponde a nosotros juzgar a los padres que hemos tenido debido a su ignorancia? Yo creo que tal cosa no te conduciría a nada mejor. Nuestra superación personal y nuestro perdón, es el mejor tributo que podemos darnos para avanzar hacia una vida plena. No te quedes en tu historia del pasado, "enganchado" en lo triste de tu vida, porque ni eres el único y son muchas las personas grandiosas que han podido superarlo todo a pesar de sus circunstancias.
           A continuación te presento cómo los estilos educativos de los padres promueven  un perfil específico en nuestros hijos:          

Padres Autoritarios
Exigen respeto e inspiran temor. Imponen su voluntad a través de una estructura de normas que es rígida. Son impositivos, hirientes y autocráticos. Asumen total control y responsabilidad sobre las decisiones. No respetan la privacidad del otro. Piensan que “siempre tienen la razón”. Usan el castigo y el maltrato para ser obedecidos. Niegan sus sentimientos y son poco afectuosos. No dan explicaciones. No respetan las ideas de los demás.
HIJOS de Padres Autoritarios
Son dependientes, indefensos y desconfiados. Intentan complacer a sus padres para evitar cualquier castigos. Tienen baja autoestima y suelen ser resentidos, sumisos o por el contrario, rebeldes y desafiantes. Son inseguros y necesitan que les digan lo que tiene que hacer. Se atrofia su capacidad de tomar decisiones por si mismos. Les cuesta asumir la responsabilidad por lo que hacen. Se sienten culpables y no merecedores de lo que reciben y les sucede..
Padres Permisivos
Dan demasiada libertad y renuncian a la autoridad – porque están” demasiado ocupados”, están enfermos, son adictos, no saben decir que “no”, evitan el conflicto…-.
Justifican todo lo que hacen sus niños. Están física o emocionalmente ausentes. Son descuidados y negligentes. Tienen dificultad para controlar sus vidas y la de sus hijos. Permiten el irrespeto y viven desalentados. No suele haber reglas, límites, ni orden; y cuando las hay “las cambian a cada rato” generando el caos. Sus hijos no los respetan y no reconocen su autoridad. Suelen burlarse de ellos.
HIJOS de Padres Permisivos
Se sienten solos, inseguros y dependientes. Les cuesta cumplir con sus obligaciones. Suelen estar rodeados de incoherencias y confusión. No reconocen ni aceptan los límites. Hay ausencia de disciplina y responsabilidad. Sus roles se invierten con sus padres. Asumen responsabilidades antes de tiempo. Creen que tienen derecho a hacer lo que quieren. Creen que lo merecen todo y tienen poca conciencia de cooperación, consideración y solidaridad con los demás. Les cuesta asumir los límites. Pueden expresar violencia hacia sus padres y corren el riesgo de integrarse a sectas y movimientos inadecuados.
Padres Democráticos
Son familias que funcionan como equipo. Está presente el respeto. Los roles están claros. Enseñan a sus hijos a asumir responsabilidades a las edades convenientes. Son organizados, flexibles y permiten el aprendizaje a través del error. Alientan compartir la toma de decisiones, Les dan a sus hijos la posibilidad de escoger. Delegan compromisos. Inculcan el consenso y el desarrollo de un proyecto de vida tanto personal como familiar. Suelen darle un mensaje claro a sus hijos sobre el bien común, la cooperación, solidaridad y una mapa de valores que expresan una cultura de paz.
Hijos de Padres Democráticos
Se sienten estimados, seguros y amados. Sienten que valen y que los quieren por ellos mismos. Saben y creen que merecen lo mejor. Están dispuestos siempre a cooperar. Respetan las reglas. Son responsables y disciplinados. Son competentes e independientes. Son solidarios. Tienen un trato amistoso y respetuoso hacia sus padres. Escogen, toman decisiones y se hacen cargo de manera armónica de sus propias vidas. Son agradecidos. Se atreven a soñar y hacer lo necesario para cumplir con esos sueño pues no temen equivocarse y están claros que el error es una fuente de aprendizajes. Aman a los demás pero tambien a si mismo.
Para finalizar, quiero destacar que nuestros hijos no aprenden de las palabras que les decimos a diario. Ellos sae forman de la experiencia que viven tanto en casa y como en el colegio.
Somos modelos de referencia para ellos y la tendencia desde muy temprana edad, es a imitarnos.
Estas son importantes noticias pues tenemos un poder de influencia sobre ellos que debe estar al servicio de los valores fundamentales de una convivencia armónica y feliz.
Por ello la necesidad de nuestro cambio interior, para ofrecerles congruencia en nuestro comportamiento, lo cual significa pensar, expresar y actuar de una misma manera. Es lo mejor que podemos hacer para nuestros hijos: amarlos y se mejores nosotros mismos.  

Hasta una próxima vez…