EN UNA GRAN FAMILIA:
La COMUNICACION es segura y sincera. EL error, se convierte en RETO. Una enfermedad se convierte en una oportunidad de crecer.

Las diferencias y los descuerdos enriquecen a cada uno. Hay RESPETO por las ideas y el talento del otro. El RECONOCIMIENTO es parte de la dinámica familiar. Los VALORES son la brújula de acciones nobles.

Hay un Proyecto de Vida que es compartido. Cada uno se realiza con libertad en sus SUEÑOS. TODOS ES POSIBLE pues no hay límites para la mente, la creatividad y el pensamiento extraordinario

2/01/2016

Contar cuentos para enseñar y aprender

Contar historias ha sido siempre, una manera propia del hombre, para compartir sus experiencias, su significado y percepción de la vida, transmitir sus costumbres, tradiciones, secretos, sabiduría y poder preservarlo para las generaciones futuras.

Hay dentro de cada uno de nosotros, una semilla contenida del deseo de trascendencia. Y por eso el contar cuentos, aparece en todas las páginas de nuestra historia humana: queremos decirle al mundo lo que somos.

La familia que adopta la costumbre de contar cuentos, va llenando la memoria de sus hijos, de aprendizajes, comprensiones y reflexiones valiosas para su vida futura.

Una encuesta realizada en Europa, sobre los recuerdos más queridos de la infancia, puso en primer lugar, la tradición de contar cuentos.

Cuando le contamos un cuento a un niño, creamos un momento mágico donde ocurre una comunión hermosa de almas. Estamos sentados allí, dando un mensaje callado que dice más que cualquier palabra. Estamos entregando amor y sembrando semillas de creatividad y seguridad. Los lazos afectivos se fortalecen y la memoria se nutre de una emocionalidad maravillosa que estará allí el resto de la vida.

Muchas veces en la edad adulta, en los momentos de crisis, de sentirse perdido, llenos de la incomprensión de sí mismo y de la vida, aparecen esos recuerdos hermosos y emocionales, que devuelven la fe, la voluntad y la fortaleza de seguir adelante, con la certeza de que el amor siempre ha estado allí y la vida puede ser hermosa.

Contar historias es una manera extraordinaria de cultivar los valores y es una forma sana de tratar un tema difícil en la familia o la escuela, para reflexionar, comprender y aprender a manejar sentimientos difíciles o simplemente aprender a expresarse con seguridad.

Contar cuentos, también puede convertirse en un momento de diversión y la ocasión para soñar y también adiestrar la imaginación, para un futuro escolar exitoso. Contar cuentos es una manera de entrenar la mente para alcanzar una atención y concentración privilegiada, tan necesaria para poder aprender cualquier cosa en la vida.

El lenguaje de la mente, no son únicamente las palabras que escribimos y decimos. Son principalmente, imágenes que evocan esas palabras y la abstracción que de ellas surgen en la propia consciencia. Por eso, es indispensable educar la mente para IMAGINAR a través de los colores, sonidos, experiencias, comprensiones y aprender a memorizar.

Aprendemos con mayor rapidez, aquello que va acompañado de la emoción, la sorpresa, la novedad, la seguridad, la aceptación y el respeto. Nuestro cerebro está diseñado para aprender así y la neurociencia es una disciplina que tanto padres como docentes, deben aprender para comprender y ampliar sus maneras de enseñar y asimilar conocimientos y experiencias.  

Esos métodos de enseñanza donde está presente, comparar a los hijos o a los alumnos para someterlos a una competencia feroz entre ellos, donde ser mejor que el otro se convierte en la desvalorización del otro y la prepotencia del que gana, son maneras de NO FORMAR UN MEJOR SER HUMANO.
 
Los maestros (en una mayoría importante) se han sumido en la rutina de un quehacer escolar, donde repiten a diario, las mismas estrategias de enseñar y aprender, sin revisar la efectividad que tienen en sus alumnos, a quienes tratamos irrespetuosamente como “clones”. Nos hemos ido olvidando que somos diferentes, que aprendemos a ritmos distintos y eso no nos hace ni más ni menos inteligentes. La pedagogía, tiene que seguir abierta a nuevos horizontes aún más prometedores, para poder cultivar la grandeza y trascendencia del hombre. Acaso, ¿Lo estamos haciendo?

La familia hace lo mismo. La rutina diaria de irse al trabajo, gritarle a los niños que se vistan y se apuren. Y por las tardes las mismas preguntas: ¿hiciste la tarea? ¿Qué hiciste en el colegio…? Y día a día repetimos el 95% de lo que hicimos ayer (dato científico por cierto) sin incorporar ninguna novedad, otra manera de hacerlo, detenerse un momento para sentir las propias emociones. Y todo esto lo hacemos sin casi darnos cuenta del automatismo en el cual vivimos: vivir por vivir aceptando el estrés laboral, familiar y social, como una mal imposible de escapar.

¿Dónde quedó ese momento de comunión con el otro para sentirse vivo y darle a la vida un matiz diferente, estando presente en cada momento que existimos y dejando atrás las programaciones familiares y culturales, que sin darnos cuenta nos mantiene acorralados en la rutina?

Quiero simplemente llamar tu atención en esa actividad amorosa de contar cuentos a tus hijos y a tus alumnos. La humanidad atraviesa serios problemas. Hay mucho que arreglar y la EDUCACION es la vía al alcance de cada uno de nosotros para realizar la transformación de la raza humana. Los padres tenemos inmenso poder en nuestra manos para educar(nos) y eso requiere de nuestra preparación para conseguirlo.

Mamá, papá, docente, te recuerdo la responsabilidad que tienes de hacer un mundo mejor a través del legado que transmites a los niños ¿Es una utopía lo que te digo? Yo creo que no. Y hay que comenzar ahora, siempre la oportunidad está presente. Nunca es tarde.

Planifica cotidianamente esos espacios para contar cuentos. Hacerlo a diario se convierte en hábito y este es un extraordinario hábito para incorporarlo a la propia vida. En el colegio es necesario hacer lo mismo.

Recomiendo a las instituciones educativas, crear Campañas para “contar cuentos” e involucrar a los padres como protagonistas del proceso, para que sumen en la actividad escolar sus esfuerzos de educar mejor a sus hijos. Tiene extraordinarias ventajas hacerlo, ya que fortalece la relación padres – docentes – colegio, a través de compartir un aprendizaje nuevo en pro de una mejor sociedad y sobre todo retomamos la relación de amistad con el otro.

Muchas escuelas donde la relación entre padres y docentes es tensa, se han beneficiado de estas actividades, porque las partes dejan de culparse y dejan de ser espectadores de sus problemas involucrándose en las soluciones de los mismos.

Mi Niño Genio, les ofrece a las escuelas, PROGRAMAS adaptables a escenario escolar, para iniciar la aventura de poner al servicio de la educación, el contar cuentos en una dimensión aún más provechosa para la educación de los niños.

Pueden contactarnos a través de nuestro blog www.mininogenio.blogspot.com, nuestro mail: magdalena.sosnowsky@gmail.com y nuestros teléfonos en Caracas – Venezuela: 02129773627 y 04129951687.

Magdalena Calvo de Sosnowsky – Master en Familia y realizando actualmente un doctorado en Ciencias de la Educación.

MI NIÑO GENIO, al servicio de los padres y un mejor ser humano