EN UNA GRAN FAMILIA:
La COMUNICACION es segura y sincera. EL error, se convierte en RETO. Una enfermedad se convierte en una oportunidad de crecer.

Las diferencias y los descuerdos enriquecen a cada uno. Hay RESPETO por las ideas y el talento del otro. El RECONOCIMIENTO es parte de la dinámica familiar. Los VALORES son la brújula de acciones nobles.

Hay un Proyecto de Vida que es compartido. Cada uno se realiza con libertad en sus SUEÑOS. TODOS ES POSIBLE pues no hay límites para la mente, la creatividad y el pensamiento extraordinario

10/23/2012

El divorcio, cuando ya no nos queremos…


“La familia supone emprender un viaje hacia la libertad” Lao Tse (filósofo)

El divorcio es una experiencia familiar tan común en estos días que para muchas parejas es la alternativa obligada cuando las cosas no van tan bien en la relación.

Es que inclusive cuando se van a casar, ya lo tienen “como carta bajo la manga” en caso de que no se cumplan las expectativas con el otro.

El valor familia, se ha convertido en algo secundario. Y en medio de estas decisiones de vida, están los hijos a quienes les afectarán tales separaciones más de la cuenta si no se toman las medidas más nobles.  

No te quiero decir que no te separes o no te divorcies.

Para mí el objetivo de la vida es ser feliz, trascender y dejar al mundo mejor que como lo encontramos. Para eso traemos talentos y dones.

Sin embargo, muchas parejas se casan de manera condicional y con la actitud de "Si esto no funciona?¡ Adiós…"

Resulta difícil tener una familia sólida y gratificante, cuando se está predispuesto a la separación y se ha decretado un fracaso.

Pocas veces escucho decir a las parejas que lucharán con tesón por crecer en familia, tener un proyecto de vida común sin abandonar sus proyectos individuales, respetar al otro y enriquecerse en las diferencias así como tener presente que el consenso y el diálogo permanente aseguran una sana comunicación.

Hoy en día para muchos, la relación de pareja es un campo de batalla. Donde se miden las fuerzas a diario. ¿Quien tiene la razón? El individualismo impera por encima de las responsabilidades y la comprensión. Y no te estoy diciendo que te anules en la pareja, sino que construyas desde el inicio de la relación, un puente que se pueda atravesar en los momentos de crisis y dificultades de la vida en común.

El irrespeto, la crítica constante al otro, la competencia de quien hace más o lo hace mejor, de quien produce más, de quien tiene más éxito, el querer cambiarlo(a) después de casado, el tratar de imponerse a través de la tiranía o la manipulación, todas estas estrategias son bien efectivas para terminar con cualquier relación.

No es que no se puedan ventilar los problemas comunes de las parejas sino que hay que aprender a “decirlo”. Y tener la humildad necesaria para buscar ayuda profesional “a tiempo”. Muchas parejas llegan a la ayuda profesional cuando las “heridas” entre ellos son tan profundas que el amor ha muerto quedando solo resentimiento y odio.

Vamos al matrimonio sin mayor preparación o con una ingenua preparación. Tampoco nos formamos para ser padres, Y aquellas parejas que creen que la venida de los hijos cambiarán las diferencias entre la pareja o la retendrán, comenten un catastrófico error.

Vivir en pareja es un reto hermoso de crecimiento personal. Aprender a vivir con una persona diferente a nosotros en casi todos los niveles, es una oportunidad de crecer y requiere de nuestra mejor disposición para superar las diferencias.

¿Estás en proceso de divorcio? ¿Crees que estás a tiempo para salvar la relación? ¿Te importa tu familia y tus hijos? ¿Estás dispuesto a cambiar? ¿También lo está tu pareja? … ¿Qué quieres tú?

El primer paso para resolver las diferencias es buscar ayuda profesional sean psicólogos, psiquiatras, orientadores familiares, etc. POR FAVOR, no recurran a la familia. Ellos fácilmente (lo que es normal) toman partido. Y en lugar de facilitar las cosas, pueden complicarlas aun más.

Por un instante, piensa en ti mismo(a)… ¿Qué sientes? Es momento de OBSERVAR tu comportamiento y actuar con honestidad.

Se trata de la familia. No es sano “caer” en esos juegos de ser víctima, superponer el orgullo a la disculpa, sentenciar antes de perdonar, criticar antes de comprender, acusar sin saber. ¿Te has preguntado si tu relación es víctima de las fantasías que ambos tienen en relación al otro?

Son muchas las parejas que acusan al otro de infidelidad sin que esto sea cierto. Simplemente la persona con sus inseguridades, creencias, experiencias previas y negativas, ha construido una situación que no es real aunque sea real para la propia persona.

El divorcio es un tema complejo.  Cada experiencia es única. Cada drama es tan terrible como la persona quiere.

El saldo de un divorcio puede ser desvastador no solo para la pareja sino también para los hijos, tema que desarrollaremos en la próxima entrega.   

“Lo que falta aprender en las familias es que dentro no debe existir el poder” Francis Bacon (filósofo)

8/20/2012

Cada Mamá y Papá tiene su estilo ¿Cual es el tuyo?

“Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo” Gandhi
¿Cómo fuiste educado?  
           Alguno de tus padres, fué autoritario y tirano? Entonces en tu casa, las reglas impuestas eran estrictas y rígidas, con escasas posibilidades de negociar y EL o ELLA, ostentaba todo el poder (o abuso de poder).
           Quizás tu educación fue “Light”: Bastante flexibilidad y libre de “reglas”, donde tus padres renunciaron a la autoridad o tal vez no tenían conciencia de que la tenían.
           Es posible que hayas sido educado con una mezcla y puedas decir hoy, que tu educación fue bastante equilibrada. Tuviste una familia donde el consenso estuvo presente.  
De lo que se trata, es de conocer sobre los estilos educativos o estilos de liderazgo, que tienen los padres. Pues la manera de educar que tendrán, reflejará el uso del poder y el control, que tendrán sobre sus hijos. Influirá en los valores que les enseñarán. Y determinarán la calidad de las experiencias familiares: desde el abuso de poder hasta la abdicación total. En cada estilo se manifiesta, la autoestima de los padres y la manera como se ccomunicarán con sus hijos.

           El amor
           Un elemento importante a considerar, es la expresión del amor en cada estilo, porque los hace más saludables. Un estilo autocrático con afecto, será menos dañino y un estilo permisivo sin amor, puede transformarse en negligencia y abandono.

           Reflexión
           Te invito a reflexionar sobre la manera como fuiste educado y cual es la relación actual con tu papá y tu mamá. Y mientras lees, remítete a la relación actual con todos tus hijos, no importa su edad.

           A veces parecemos “péndulos”. Si nos desagrada la experiencia con nuestros padres, “juramos jamás ser como ellos” y nos pasamos al otro extremo. Allí no está la solución.
           Comprender nuestro estilo educativo y el de nuestros padres, nos invita al cambio interior. Necesitamos perdonar y superar el pasado. Necesitamos aprender de la experiencia y asumir el compromiso de convertirnos en padres concientes de nuestro rol y responsabilidad, por la educación y bienestar de nuestros hijos y la familia.

         Una verdad muy simple: Nuestros padres, nos dieron lo mejor, e hicieron por nosotros, lo mejor. Todavía no conozco padres y madres, cuyo objetivo sea herir y hacer mal a sus hijos (de forma deliberada), aunque conozco a muchos que por ignorancia les han hecho mucho daño.
           Cuando llegamos a la edad adulta, estamos “marcados” por los estilos de nuestros padres. Y acostumbro recordarles, tanto a hijos como a padres, que tenemos en nuestro interior, un enorme potencial de cambio y la decisión es totalmente nuestra.
           Puedes quedarte “culpando” a tus padres por tus fracasos y debilidades, esa es una opción. Yo estoy segura que por ese camino es muy difícil progresar y ser feliz.
           Si por el contrario, le agradecemos a la vida las experiencias vividas con esos padres, recordando que las desgracias y adversidades, pueden convertirse en la oportunidad de grandes transformaciones personales, seguro que avanzarás por la vida, libre de rencores, resentimientos, con una visión positiva, comprensiva y más completa de ti mismo, de los demás y de la vida. Y ganarás en voluntad, autoestima y generosidad. ¿Nos corresponde a nosotros juzgar a los padres que hemos tenido debido a su ignorancia? Yo creo que tal cosa no te conduciría a nada mejor. Nuestra superación personal y nuestro perdón, es el mejor tributo que podemos darnos para avanzar hacia una vida plena. No te quedes en tu historia del pasado, "enganchado" en lo triste de tu vida, porque ni eres el único y son muchas las personas grandiosas que han podido superarlo todo a pesar de sus circunstancias.
           A continuación te presento cómo los estilos educativos de los padres promueven  un perfil específico en nuestros hijos:          

Padres Autoritarios
Exigen respeto e inspiran temor. Imponen su voluntad a través de una estructura de normas que es rígida. Son impositivos, hirientes y autocráticos. Asumen total control y responsabilidad sobre las decisiones. No respetan la privacidad del otro. Piensan que “siempre tienen la razón”. Usan el castigo y el maltrato para ser obedecidos. Niegan sus sentimientos y son poco afectuosos. No dan explicaciones. No respetan las ideas de los demás.
HIJOS de Padres Autoritarios
Son dependientes, indefensos y desconfiados. Intentan complacer a sus padres para evitar cualquier castigos. Tienen baja autoestima y suelen ser resentidos, sumisos o por el contrario, rebeldes y desafiantes. Son inseguros y necesitan que les digan lo que tiene que hacer. Se atrofia su capacidad de tomar decisiones por si mismos. Les cuesta asumir la responsabilidad por lo que hacen. Se sienten culpables y no merecedores de lo que reciben y les sucede..
Padres Permisivos
Dan demasiada libertad y renuncian a la autoridad – porque están” demasiado ocupados”, están enfermos, son adictos, no saben decir que “no”, evitan el conflicto…-.
Justifican todo lo que hacen sus niños. Están física o emocionalmente ausentes. Son descuidados y negligentes. Tienen dificultad para controlar sus vidas y la de sus hijos. Permiten el irrespeto y viven desalentados. No suele haber reglas, límites, ni orden; y cuando las hay “las cambian a cada rato” generando el caos. Sus hijos no los respetan y no reconocen su autoridad. Suelen burlarse de ellos.
HIJOS de Padres Permisivos
Se sienten solos, inseguros y dependientes. Les cuesta cumplir con sus obligaciones. Suelen estar rodeados de incoherencias y confusión. No reconocen ni aceptan los límites. Hay ausencia de disciplina y responsabilidad. Sus roles se invierten con sus padres. Asumen responsabilidades antes de tiempo. Creen que tienen derecho a hacer lo que quieren. Creen que lo merecen todo y tienen poca conciencia de cooperación, consideración y solidaridad con los demás. Les cuesta asumir los límites. Pueden expresar violencia hacia sus padres y corren el riesgo de integrarse a sectas y movimientos inadecuados.
Padres Democráticos
Son familias que funcionan como equipo. Está presente el respeto. Los roles están claros. Enseñan a sus hijos a asumir responsabilidades a las edades convenientes. Son organizados, flexibles y permiten el aprendizaje a través del error. Alientan compartir la toma de decisiones, Les dan a sus hijos la posibilidad de escoger. Delegan compromisos. Inculcan el consenso y el desarrollo de un proyecto de vida tanto personal como familiar. Suelen darle un mensaje claro a sus hijos sobre el bien común, la cooperación, solidaridad y una mapa de valores que expresan una cultura de paz.
Hijos de Padres Democráticos
Se sienten estimados, seguros y amados. Sienten que valen y que los quieren por ellos mismos. Saben y creen que merecen lo mejor. Están dispuestos siempre a cooperar. Respetan las reglas. Son responsables y disciplinados. Son competentes e independientes. Son solidarios. Tienen un trato amistoso y respetuoso hacia sus padres. Escogen, toman decisiones y se hacen cargo de manera armónica de sus propias vidas. Son agradecidos. Se atreven a soñar y hacer lo necesario para cumplir con esos sueño pues no temen equivocarse y están claros que el error es una fuente de aprendizajes. Aman a los demás pero tambien a si mismo.
Para finalizar, quiero destacar que nuestros hijos no aprenden de las palabras que les decimos a diario. Ellos sae forman de la experiencia que viven tanto en casa y como en el colegio.
Somos modelos de referencia para ellos y la tendencia desde muy temprana edad, es a imitarnos.
Estas son importantes noticias pues tenemos un poder de influencia sobre ellos que debe estar al servicio de los valores fundamentales de una convivencia armónica y feliz.
Por ello la necesidad de nuestro cambio interior, para ofrecerles congruencia en nuestro comportamiento, lo cual significa pensar, expresar y actuar de una misma manera. Es lo mejor que podemos hacer para nuestros hijos: amarlos y se mejores nosotros mismos.  

Hasta una próxima vez…

8/17/2012

Papá, Mamá, Abuelos... necesitamos aprender?

Convertirnos en padres y en madres con sabiduría, es una ambición saludable, para lograr lo que todos queremos:

Un Mundo de Paz en el cual las Familias se construyan sobre bases sólidas de amor y respeto. Donde los niños y los adolescentes sean felices y se realicen en sus talentos. Que los ciudadanos sean socialmente responsables y solidarios. Y la GUIA sea los más altos y extraodinarios valores espirituales, sociales y humanos.

Escuchamos decir a los padres con frecuencia:
 “No me han enseñado a ser mamá o papá¡”  “Yo hago con mis hijos lo que hacían conmigo, pero no me está funcionando…” “No se que hacer con mis hijos..” “Mi casa es un campo de batalla” “¿Tendré la culpa?” “Los problemas de los hijos, se debe a los padres” “Yo no tengo tiempo para perderlo en escuelas de padres” "Le pago al colegio para que los eduque"….

           Todos estamos concientes de que la familia es un reflejo de lo que sucede en nuestra sociedad. Y por eso la necesidad de que se asuma por particulares y gobiernos, acciones en pro de una mejor familia.
Las estadísticas de suicidio, drogadicción, embarazo precoz, violencia intrafamiliar e inestabilidad emocional en niños, niñas y adolescentes así como en los adultos, están clamando por acciones, que orienten el fortalecimiento de la familia. De nada nos sirve seguir culpando a los padres porque con eso no resolvemos el problema.

            Educar a los hijos es una tarea titánica. No hay recetas, no hay fórmulas. Lo que le funciona a unos padres, no necesariamente le funcionará a otros. Cada hijo nos ofrece un campo de experimentación tan diverso, que hace de la crianza de cada hijo, un descubrimiento permanente en cada experiencia y si lo sabemos comprender es una oportunidad de crecimiento no solo como padres e hijos, sino tambien como familia.

           LO QUE SI SABEMOS, es que los padres que asumen un proceso de formación, logran ser más eficaces en sus métodos de crianza. Pueden adquirir mayores habilidades que les ayuden a mantener abiertos, los canales de comunicación - uno de los retos más grandes en las relaciones de la familia -.
Los padres que se educan logran cambios personales permanentes, que facilitan la convivencia familiar y mejoran las relaciones con sus hijos y con la pareja. Cuando papá y mamá, están aprendiendo a ser mejores padres, logran establecer la corresponsabilidad de todos los miembros de la familia, para contribuir el bienestar del hogar.
Y este crecimiento en conocimientos, experiencias y "lecciones aprendidas", son el modelo de referencia, que tus hijos seguirán al formar sus propias familias.

LOS PADRES NECESITAN SOPORTE Y AYUDA PARA CRECER CON SUS HIJOS DE MANERA ARMONIOSA Y HACER FAMILIAS CADA VEZ MAS HERMOSAS.

           La familia es una fuente de identidad, modelaje, fortaleza y estabilidad para cada uno de sus integrantes y también para la sociedad.

           Cuando la familia es “un ring de boxeo” por las luchas de poder no resueltas entre padres, hijos y abuelos, el resultado final es que sus miembros se convierten en víctimas o tiranos.

           Cuando en la familia, cada uno tiene claro su rol, sus responsabilidades y tiene conciencia de su propia estima, yo les digo que este grupo familiar, no necesita luchar por el poder y vivir en un ambiente de conflicto, porque las situaciones difíciles que se les presentan, se resuelven con el diálogo, el consenso y la comprensión. Cada uno asume sus responsabilidades en un contexto de aprendizaje y no de penalización y descalificación.

           En una relación ganar – ganar, las parejas (separadas o no), modelan ante sus hijos vínculos de igualdad, respeto, justicia, tolerancia y sobre todo amor. Estas semillas crecerán en los niños, en forma de creencias, valores y principios. Como Padres tenemos un enorme poder sobre la vida de nuestros hijos así como una enorme responsabilidad de enseñarlos a ser responsables, pacíficos, respetuosos, aprovechar al máximo sus talentos e intereses, ser felices y generosos. Nada de esto será posible, si dentro de nosotros no están esos valores y cualidades.  Hay que aprender

           Las familias armoniosas, son familias que lograran renovar la sociedad entera. Y no hace falta decir, lo mucho que la familia y la sociedad venezolana necesita de esto.    

Nuestros hogares puedes ser refugios de amor, seguridad y una fuente de fuerza y apoyo. Usted tiene el poder de crear una familia solidaria y pacífica, donde todos estén a favor y no en contra de los demás. Los niños necesitan sentirse seguros en casa… y Usted también…

Este BLOG de Mi Niño Genio dirigido a los Padres, es una expresión de esperanza y optimismo y te damos la bienvenida en este año 2012, de retos, cambios y profecias para seguir construyendo un mundo grandioso donde cada uno ejerza su derecho de ser feliz y de ser extraordinario.