EN UNA GRAN FAMILIA:
La COMUNICACION es segura y sincera. EL error, se convierte en RETO. Una enfermedad se convierte en una oportunidad de crecer.

Las diferencias y los descuerdos enriquecen a cada uno. Hay RESPETO por las ideas y el talento del otro. El RECONOCIMIENTO es parte de la dinámica familiar. Los VALORES son la brújula de acciones nobles.

Hay un Proyecto de Vida que es compartido. Cada uno se realiza con libertad en sus SUEÑOS. TODOS ES POSIBLE pues no hay límites para la mente, la creatividad y el pensamiento extraordinario

1/08/2014

La Corresponsabilidad Familiar: un desafío



Si hay luz en el alma, habrá belleza en la persona.
Si hay belleza en la persona, habrá armonía en la casa.
Si hay armonía en la casa, habrá orden en la nación.
Si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo
proverbio chino

La Corresponsabilidad Familiar, se refiere a la organización, reparto, participación y negociación de las actividades relacionadas con las tareas y las actividades, que cada miembro de la familia debe asumir, con el propósito de cooperar de manera justa, armónica y solidaria en la dinámica familiar.

Los padres en su gran mayoría están trabajando fuera de casa todo el día. Hoy más que nunca, requieren de la cooperación de todos los miembros de la familia y se hace necesario trabajar como un equipo para colaborar y participar activamente en las labores del hogar. El beneficio es la armonía, menos esfuerzo, distribución equitativa de responsabilidades y mayor rendimiento y bienestar para todos. 

Las CUATRO dimensiones de la Corresponsabilidad Familiar son:

1.- Reparto “justo” de las tareas: se refiere a la asignación de actividades. Lograr exitosamente esta asignación, requiere tomar en cuenta las siguientes sugerencias:

*      Asignación “Justa: es necesario asegurarse que la asignación de las tareas se perciba como “justa”, lo cual no quiere decir que sea igual en cantidad y calidad.
*      Reparto por negociación y consenso: la asignación de tareas debe contar con la aceptación y el consenso de las partes. Debe considerar las necesidades y el  funcionamiento de la familia, tomar en cuenta las competencias, habilidades, intereses y disponibilidad de cada uno así como el grado de satisfacción con la asignación de las tareas. La asignación de tareas debe realizarse en un contexto de responsabilidad compartida y favoreciendo el sentido de pertenencia.
 
            Se recomienda concluir la negociación, con un “Acuerdo escrito“ que recuerde por sí solo las actividades y responsabilidades, evitando recordatorios innecesarios. De esta manera se promueve el cumplimiento natural de los acuerdos.
.  
            2.- Seguimiento a las tareas: se refiere a la ejecución y seguimiento de las tareas para lo cual los adultos deben asegurarse, que cada miembro de la familia sabe lo que tiene que hacer y tiene claro el resultado que se espera. Para ello es importante ilustrar paso a paso, principalmente a los niños y a los adolescentes, como realizar su tarea. Hay que  asegurarse que todos han entendido: la naturaleza de la tarea, cómo realizarla, la frecuencia que se requiere y los resultados esperados.

3.- Responsabilidad 100%: se refiere al proceso de hacer conciencia que la vida familiar es un asunto de todos. Que ser familia significa pedir y dar. Que no somos una individualidad aislada sino que somos también un equipo que requiere de coordinación y organización para funcionar armónicamente. Que los padres son el principal modelo y “motor” para  mostrar” esa coherencia familiar. No se trata solo de que cada miembro asuma “su parte o su tarea” sino que también es necesario cultivar dentro de la familia la solidaridad y el trabajar juntos para buscar soluciones en “conjunto” porque “la familia es de todos” y porque “la casa es de todos”. 
Cuando ocurran las  fallas y los errores es importante recordar, que el objetivo de cualquier experiencia es aprender, corregir y promover la cooperación espontánea de todos. La armonía depende de esto y las tareas hay que realizarlas cuando se necesitan y no cuando le convenga a cada uno.

4.- Reconocimiento, se refiere a la valoración que gana la personas por el cumplimiento de sus tareas. Es importante que cuando se hace bien una tarea se realice el merecido reconocimiento. 
Cuando los padres y los hijos aprenden a reconocerse unos a otros por la tarea bien realizada, se crea una sinergia de motivación y aprecio mutuo. 
Para realizar un reconocimiento efectivo es muy importante evitar los “pero” y dar el reconocimiento en función de los aspectos a reforzar en el comportamiento, la actitud y la emocionalidad de cada uno. Si faltasen “ajustes” para hacer mejor la tarea, no es en el momento del reconocimiento que usted hará estas observaciones. Haga el reconocimiento con “sentimiento genuino” y sobre todo diga lo positivo que siente. El reconocimiento es un espacio para centrarse en los aspectos “buenos” del otro y para reforzar el compromiso de cumplir.  

Lograr la corresponsabilidad familiar, tiene muchísimos beneficios, entre ellos:
1.- Reducir el estrés familiar, consecuencia de las diversas tareas cotidianas del hogar
2.- Aprovechar el trabajo en conjunto, coordinado y acordado, para profundizar en los valores de cooperación, solidaridad, responsabilidad y respeto
3.- Crear un espacio para apreciar el aporte de cada uno y fortalecer el sentido de pertenencia y la comunidad de la familia.

Decida¡ poner orden en casa. Atrévase¡ a negociar las actividades con sus hijos, se sorprenderá de lo útil que resulta que ellos asuman sus responsabilidades. Reconozca¡ la tarea bien hecha, se sorprenderá del efecto que esto tendrá en la motivación y Crea que es posible lograr una vida familiar armónica y gratificante. Es posible¡

Me despido con esta historia de Jorge Bucay
OBSTÁCULOS
Voy andando por un sendero. Dejo que mis pies me lleven. Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte visualizo una ciudad… Siento que la ciudad me atrae. Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella... el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa. Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide el paso. Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando. Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo. Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que están allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto. Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños... Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso. Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino, un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad. Me recuerda a mí mismo... cuando era niño. Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?   
El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí? Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.

Hasta la próxima vez…

AUTOESTIMA: el amor a sí mismo



Tanto si cree que puede, como si cree que no puede, tiene razón.-Henry Ford

           Cuando nos planteamos el reto de criar “correctamente” a nuestros hijos y asumimos con responsabilidad el desafío de ser “buena madre” o “buen padre”, es necesario mirar hacia  nuestra autoestima. 

           La Autoestima es el AMOR que nos tenemos a nosotros mismos. Cuando las personas se sienten satisfechas no necesitan colocarse “por encima” de los demás. No necesitan sentirse más importantes, tener más, ni tampoco demostrarlo. Esto no significa, que consideremos negativo, tener sueños, metas, ambiciones e ir a su encuentro. 

           Su Autoestima ha sido “programada” desde la más tierna infancia. Es la expresión de “percepciones e interpretaciones” que usted hace de su propia experiencia diaria, y que se ponen de manifiesto a través de las actitudes, comportamientos, sentimientos y emociones, que  tiene ante la vida.

Tal y como sucede en las computadoras, lo que cree, piensa y hace, son fundamentalmente el resultado del “software heredado” de sus padres. Los estilos de crianza, reforzados por las experiencias de la infancia, del colegio y la cultura del medio ambiente, actualizan permanentemente “ese” software. En otras palabras, nuestra manera de actuar, es producto de las “programaciones” de nuestros padres y de las conclusiones, a las cuales hemos llegado, como consecuencia del aprendizaje y las experiencias del pasado. 

Hoy la física cuántica, confirma esto y nos revela que nuestros pensamientos, actitudes y creencias son las que crean las condiciones de bienestar (o no) y la realidad del mundo que vivimos.

Cuando los padres educan a su hijo, en un medio ambiente lleno de descalificación, violencia e intolerancia, será muy difícil que ese niño exprese sentimientos, actitudes y comportamientos pacíficos, en su vida futura. Pero si ese niño o niña, crece en un ambiente de aceptación y amor, su comportamiento será el reflejo de lo que vive en su casa.

¿Cómo respondemos a los desafíos de la vida?

Es lo que creemos y pensamos, lo que define si usted se siente valioso o por el contrario cree que no vale nada. Le dice si tiene poder o no lo tiene, si puede o no puede, si lo merece o no lo merece, si puede confiar o no, si tiene sentido de pertenencia o es un paria, si depende de sí mismo o de otros, si lo tratan con justicia o es “victima”, si es amado u odiado.

Lo que creemos y pensamos, afecta la autoestima, además de la prosperidad, las relaciones, el desempeño laboral, la salud física, mental y por supuesto, la crianza de los hijos. 

Lo que creemos y pensamos, es lo que nos hace reaccionar de una cierta manera ante los desafíos de la vida. Determinan la acción y las reacciones, que se tendrán ante una determinada situación. Cuando pensamos que "Yo logro siempre lo que me propongo", "me siento seguro" o "merezco siempre lo mejor", estas creencias positivas, se expresan en actitudes, emociones y comportamientos, que determinan la capacidad para un desempeño exitoso. Con creencias como éstas, la persona puede hacerle frente a cualquier problema o desafío, con la certeza de “salir bien”. Sin embargo, si piensa negativamente y dice: "tengo miedo de hacer este trabajo”, "las cosas no dependen de mí” o “la vida es muy difícil”, entonces en cada acción que emprenda se sentirá inseguro, tendrá miedo de equivocarse, y probablemente le será muy difícil lograr lo que se propone.

La manera como usted se ve a sí mismo, tiene una gran influencia, en cómo lo verán los demás. Si tiene confianza y seguridad, el mundo lo percibirá de esa misma manera. A través de lo que cree, usted le enseña al otro, como tratarlo. Y la manera como la gente lo trata, es un reflejo de cómo usted se trata a si mismo. 

Se dice que “no se puede dar lo que no se tiene dentro”. En consecuencia, si quiere una realidad distinta, positiva y gratificante significa que hay que deshacerse de las creencias limitantes y negativas, que “seguramente”, hoy,  le están “saboteando” su rendimiento, su realización laboral, su felicidad personal y familiar. 

Y Recuerde: “Si no puede amarse a si mismo, no espere que otros le amen”.

Deténgase un momento y reflexione sobre su autoestima. Piense en su niñez hasta el día de hoy. Sin duda se dará cuenta, que con los años, su autoestima, ha experimentado altos y bajos. ¿Cuáles han sido las razones? A continuación quiero compartir con ustedes las causas asociadas a una baja y alta autoestima:

La Baja Autoestima, es consecuencia de:
El rechazo, el amor condicional o carencia de amor, el abandono y la falta de atención, falta de respeto, no ser escuchado, malos tratos y violencia tanto física como psicológica, descalificación e intolerancia, comparaciones con los hermanos, atención excesiva a las apariencias, expectativas -demasiado altas o bajas- de los padres, sentimientos de culpa, resentimiento, abuso sexual, manipulación, no ser tomado en cuenta, no ser considerado para la toma de decisiones,  necesidades no satisfechas…

La Alta Autoestima, se consigue en un ambiente de:
Aceptación, gratitud, respeto y amor, alegría y sentido del humor, seguridad física y emocional, atención y protección, ser escuchado, ser reconocido y respetado como un ser pensante e inteligente dueño de sus propios pensamientos e ideas, ser apoyado en “las buenas y en las malas”, tener la seguridad de contar con el soporte familiar, tener la posibilidad de elegir, tener el espacio para corregir los errores y aprender de las experiencias, tener contacto físico y afectuoso adecuado, tener un sueño y un proyecto vida que depende del talento e intereses, vivir en un ambiente de valores positivos, sana competencia y logros, creer en Dios y sentirse conectado con fuerzas superiores y espirituales…

Cuando el niño vive ante tales influencias, según sean positivas o negativas, llegará a conclusiones a través de las cuales interpreta lo que le sucede en su vida. La Influencias positivas le harán creer “Estoy bien”, “Soy valioso” y “Soy importante” etc. Las influencias negativas le llevarán a conclusiones erradas y pensará “Nadie me quiere” “No soy importante”  y “no valgo nada”., entre otras.

Hay muchos padres capaces de criar hijos con una alta autoestima y estimular su auto realización ¿Cual es el secreto?

Perfil de los padres que estimulan la auto realización y la autoestima de sus hijos:
Confianza en si mismos y en sus hijos. Capacidad de una comunicación sana y abierta, para “mostrarles” y no decirles “lo que tienen que hacer”. Respeto por las diferencias, los talentos e intereses de cada hijo. Convencidos de que los hijos pueden y deben tomar sus propias decisiones, bajo la orientación de sus padres (sin invadirlos, ni manipularlos). Capacidad para estimular a sus hijos a través del reconocimiento y el feedback. Por encima de cualquier error mostrar el amor que sienten por ellos. Capaces de aplicar oportunamente los correctivos necesarios para reforzar actitudes y comportamientos positivos y responsables en sus hijos. Interesados en mejorarse, aprender y crecer. Son modelos de coherencia porque actúan los valores en su comportamiento.

Si ha decidido ejercer el rol de “buen padre” o de “Buena madre”, para darle a sus hijos “todas las oportunidades” para su desarrollo integral, Anímese¡ a revisar su autoestima y apóyese en su terapeuta, en el colegio de sus hijos a través de la escuela de padres y los servicios de orientación familiar y “busque” maneras y alternativas de cambio. Estoy segura que las encontrará…
Hasta una próxima vez

9/25/2013

Ser ejemplo para tus hijos: ¿cómo enseñar valores?

Padre e hijo son dos. Madre e hijo son uno. Lao Tse

Es común escuchar a los padres, hablar de los problemas de sus hijos, como si fuera un asunto ajeno a la familia. Y NO es así.

Nuestros hijos son nuestro reflejo o nuestro espejo, como quieras llamarlo. Y esto nos da un enorme poder al momento de educarlos.

Los niños imitan a sus padres. Están pendientes de lo que ellos hacen y por eso no funciona, cuando se les pide que hagan aquello, que sus padres no hacen.

Tus valores, creencias, hábitos, costumbres y preferencias son heredadas casi en su totalidad, por ellos. Inclusive hasta la manera de dormir, viene incorporada en el software de los bebes.  Te admiran pero también pueden dejar de admirarte...

Siendo esto una verdad comprobada ¿Qué sucede con los padres, que les cuesta tanto educarse, para ser mejores padres y criar mejores ciudadanos?

Todos queremos que nuestros hijos tengan lo mejor, sean los más inteligentes, tengan las mejores oportunidades que la vida les pueda brindar, pero lo cierto es que los padres no se preparan para ello.

Hoy es más retador educar a los niños, que antes.

Un niño deprimido significa un hogar que vive situaciones que están afectando a ese niño. No es verdad que el colegio tiene “toda” la culpa. Es posible, que el entorno sume a tal situación, pero no es la causa. Un niño violento, es un niño que lo ha aprendido de sus mayores más cercanos ¿Quién es violento en la familia? ¿Quién está diciendo esas groserías que repite? ¿Cuáles son los valores que la familia cultiva en pensamientos, palabras y acciones?  

La mayoría de los padres se colocan un antifaz ante los ojos, para no reconocer sus debilidades. No existe una cultura de la autocorrección. Muchos padres se ubican, en el pedestal de los que “saben todo, no se equivocan y no reconocen sus errores”. Y todavía te preguntas ¿por qué tu hijo no reconoce que rompió el florero de la sala?    

Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad. Lao-Tsé

Ser padre no es una tarea fácil. El amor incondicional a nuestros hijos no es suficiente para lograr su educación integral. Te invito a prepararte, a revisar tus creencias, a cambiar tus hábitos de gritarles como lo hacían contigo, a reconocerlos cuando hacen bien las cosas y a llamarles la atención cuando es necesario que mejoren algún comportamiento. Enséñale que eres un ser humano, que se equivoca y además estás dispuesto a hacer lo necesario para corregirte. Muéstrale con tus acciones que puedes perdonar y comprender, que no te la sabes todas, que eres capaz de asumir la responsabilidad por las consecuencias de tus equivocaciones, que no mientes aunque te de vergüenza confesar tus debilidades. Diles con tus palabras pero también con tu proceder, que puedes estar disgustado con ellos, pero aun así, los amas por sobre todas las cosas. Que cuentan contigo hagan lo que hagan, porque son tu familia. Que el respeto está presente siempre, al momento de conversar sobre cualquier asunto y sobre todo que ellos cuentan contigo.

Cuando eres los valores que quieres que ellos tengan, no tienes que esforzarte para enseñárselos.

Organiza una Escuela de Familia o Escuela de Padres, en tu colegio. Crea espacios de reunión con otros padres para aprender y mejorar. Lee sobre cómo criar a tus hijos en valores. Une esfuerzos con los docentes, maestros y profesores de tus hijos, pues ellos están contribuyendo con su educación.

Y nunca dejes de mejorar. A veces una mamá o un papá, creen que las enseñanzas que le han dado a sus hijos, cayeron en saco roto. Con total certeza te digo que no es así. Más temprano que tarde, ellos “a su manera” demostraran lo que nosotros somos y les hemos enseñado. A medida que tú cambias, también ellos lo harán.

Tienes ante ti, la oportunidad de crecer con tus hijos y con humildad, asume la aventura de crecer juntos.      

Te recuerdo que Mi Niño Genio, es una marca regstrada cuya misión es apoyar a los padres, docentes, niños y adolescentes en su desarrollo integral. Te invito a conocernos a través de sus actividades en http://mininogenio.blogspot.mx/
Contacto: Caracas - Venezuela 02129773627 y 04129951687
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